Según la información que trascendió, funcionarios del Departamento de Salud Pública del Condado de Jefferson anunciaron el pasado 11 de julio el caso de una ardilla que dio positivo a la conocida “peste negra”.
Luego de esto, el personal de salud pidió tomar las precauciones, ya que los seres humanos y los animales domésticos podrían ser contagiados fácilmente, medida que fue tomada sin sobre-alertar a la población.
Aunque la novedad, en definitiva se une a toda la sensación de malestar que embarga al mundo, existe un lado positivo.
A diferencia de lo ocurrido en China o Mongolia hace algunos días, en Estados Unidos no se han reportado casos sospechosos en personas.
Debido a que los gatos y los perros son muy propensos a contagiarse, los funcionarios de Morrison pidieron a los oriundos tener las precauciones necesarias.
En el caso de los felinos podría ser el más susceptible, por picadura de pulgas, rasguños o por ingerir algún roedor infectado.
En contra parte, los perros tienen un futuro menos grave, pero son el transporte perfecto para las pulgas contaminadas.