SanFernando, Tamaulipas.- Dicen que una imagen dice más que mil palabras, pero ni mil imágenes podrían transmitir el dolor inmenso de una madre que está a punto de sepultar a su hijo.
Este domingo fue un día de dolor para San Fernando, las horas giraron en torno a Luciano, “Chanito”, un adolescente de 15 años que la maldad que corre desenfrenada le arrebató la vida y apagó su alegría.
La conmoción por la noticia del asesinato pegó en el corazón de los cercanos a la familia y los que siguieron el caso desde julio, mes en que desapareció.
En el panteón, después de una larga jornada de actividades para recordar a Luciano, las lágrimas y la tristeza, se desbordaron.
Una vez que colocaron los restos de “Chanito” en el camposanto y antes que se sellará el sitio donde se dispuso el ataúd, Anabel, la madre de Luciano, besó con mucho cariño una flor para luego susurrar unas palabras y lanzarla hacia el sepulcro.
La despedida, irremediable, el dolor, ineludible, fue un domingo difícil para una familia, para un padre y una madre, una madre que lanzó una última flor y se ha quedado con un dolor que solo podrá ser soportado con la fe en un hasta pronto.
Texto: Abraham Pineda Jácome
Imagen: Abraham Pineda Jácome
