Dos nuevos estudios publicados esta semana defienden que los anticuerpos que generan las personas que han estado en contacto con el virus desaparecen a los pocos meses, aproximadamente dos y tres, aunque son más duraderos en los pacientes que han pasado una enfermedad más grave.
“La principal conclusión es que, después de la primera ola, no había aún evidencias de que la gran mayoría de la población del país tenía una inmunidad protectora”, explicó en un comunicado Graham Cooke, uno de los autores de un estudio sobre la prevalencia de anticuerpos en el Reino Unido entre junio y septiembre, realizado por el Imperial College de Londres y publicado este martes.
En general, detectaron que el nivel de inmunidad cayó un 26,5 % durante ese periodo, mientras que el descenso de la protección fue del 39 % para los mayores de 75 años.
Otro estudio realizado también en el Reino Unido, en este caso por científicos del King’s College y publicado en la revista Nature, llegaba a una conclusión similar, aunque añadía que “una mayor carga viral podría llevar a una enfermedad más grave y generar una respuesta de anticuerpos más fuerte”.
Este estudio sugiere que “las vacunas deberían dirigirse a provocar la creación de anticuerpos similares a los generados en los casos graves” y añade que podrían requerirse dosis adicionales tras las previstas incialmente.
La cuestión de la duración de los anticuerpos frente a la Covid es uno de tantos aspectos de la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2 que siguen en investigación y sobre la que no existe un consenso científico claro.